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“ Cada vez que abráis un libro, pensad que representa el trabajo laborioso de un hombre. Ese hombre, para escribirlo, tuvo que estudiar años y años. Tuvo que estudiar en otros libros y también en la vida”.
Pedro Blomberg.

“Quien me tienda su mano sabrá de qué sabor es la nostalgia. Padezco de una rara enfermedad : escribo para no morir”.
ALFREDO HERRERA
(Poeta puneño)
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Luis De Rodrigo (Seudónimo)
(Nombre verdadero : Luis Augusto Rodríguez Ortiz)
CORRIENTE LIT.        :    Indigenismo
MOV. O GRUPO :            Orkopata
MICROBIOGRAFIA     :    Nació en Puno (Juliaca) el 11 de mayo de  1 897 y murió en Lima el 12 de diciembre de 1 989. Premio Nacional de poesía, estudió su primaria en el Centro Educativo Nro. 882 de Puno, fue alumno del maestro Jose Antonio Encinas, su secundaria lo cursó en el Colegio San Carlos, participó en la Fundacion de Bohemia Andina (1916) el Grupo Juliaca (1982, en 1926 gano en Arequipa un premio, ese mismo año dio las letras del Himno a Juliaca, dentro de sus obras tenemos "Puna" publicada en 1944
 OBRAS :
          EN VERSO :
-    "Puna" (Lima, 1944)
NOTA :    Este galardonado poeta en 1926 obtuvo el primer lugar en el Concurso de Poesía, patrocinado por el Ateneo de la Juventud de Arequipa. En 1944, ganó el Premio Nacional de Poesía con su excepcional y único libro de poemas “Puna”.

ALALAU 
¡
Alalau!
gritaron los ponchos anoche
en el ángulo más hambriento
del poblacho.

¡Alalau!
los yauris del frío en la carne
y en los yertos de lana
y en el alma errante que pasa.

¡Alalau!
Vientecillo
traicionero
de la pampa
qué triste tu canto de noche,
¡sunka, sunkita...!

¡Alalau!
Y no haber Santusa que espere,
ni fuego siquiera en el trago
ni medio de coca en los dientes...

¡Alalau!       

                         CHARANGO
¡Ay, charango, charanguito!
fuga de ensueño, enredado
en las nubes y las nieves.

Por los caminos te vas,
por los caminos te vienes,
llorando, riendo, danzando...

¡Ay, charango, charanguito!
cuerda nerviosa del pecho,
vibrante de huaiños locos
bajo el rescoldo del poncho
y los dedos voluptuosos.

¡Ay, charango, charanguito!
compañero en la tristeza,
dulce fuego en el amor:
por ti lloran las Malikas,
por ti florece la vida
y entra en las venas el Sol.

¡Ay, charango, charanguito!
canto veloz y sensual
del hombre que busca su alma
en el cerro y en la pampa,
en la chuglla y el breñal
y la encuentra sólo al grito
de su propia soledad.

¡Ay, charango, charanguito!   
fuga de ensueño, enredado
en las nubes y las nieves.

Por los caminos te vas,
por los caminos te vienes,
llorando, riendo, danzando...